Fernández era un líder cívico que se preocupaba por los problemas socio-económicos y culturales de Cayey. Luchó hasta conseguir el establecimiento de una escuela elemental e intermedia (Segunda Unidad) en el barrio Montellano de Cayey, con el propósito de que se le ofreciera adiestramiento vocacional (mayormente en la agricultura) a los jóvenes de la comunidad. Bajo su dirección se construyó la carretera que conduce hasta el barrio Cedro y también varias escuelas en Cidra, Cayey y Caguas.
Agustín Fernández tenía como pasatiempo las peleas de gallos y era fanático de los juegos de pelota. Murió en Hato Rey el 1 de octubre de 1939.
